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jueves, 24 de febrero de 2011

Año nuevo, cartera nueva


Sé que esta entrada debí publicarla mucho antes. También dije que iba actualizar mi cartera cada semana, algo que tampoco voy cumpliendo. Se me acumula la faena.

Bueno con la entrada del nuevo año tocó hacer Balance del 2010 y no estaba muy a gusto por la evolución tenida durante el año de mi cartera de inversión aunque se consiguió batir al Ibex 35, pero por poco.

El peso de Bbva marcó la diferencia que me compensaba tanto Gas Natural como Coca-cola. Y es que los bancos no acababan de despegar debido a su exposición al riesgo inmobiliario y las miradas de los reguladores en ellos. Así que cambio de aires.

De nuevo, por fundamentales, escogí a cuatro empresas españolas (coca-cola la mantengo y aumentaré exposición) que prometían.

En estos años de crisis su beneficio ha seguido creciendo de forma constante, mantenían un PER bajo con su media de 5 años, mantienen unas condiciones financieras adecuadas y se diversifica más los sectores de inversión. Además buscaba tener una cartera más equilibrada y no que un valor dominase sobre los demás. En definitiva, más diversificación.

Abengoa y REE, se encuentran en el sector de la energía.
Grifols en el sector médico.
Indra en el sector tecnológico y comunicaciones.
Coca-Cola en el sector alimentación.

Veremos cómo evoluciona la cartera.

Un saludo.

martes, 22 de febrero de 2011

Plutomanía o Plutonomía, la enfermedad de occidente


Son términos casi idénticos pero ambas se pueden entender como enfermedades de nuestro tiempo, aunque no significan lo mismo.

La primera es como enfermedad mental en la cual el paciente puede ser que posea la creencia delirante de que es muy rico o desea de una manera obsesiva la riqueza. Por el dios griego Pluto, el dios de la riqueza.

La segunda, que es un término acuñado por Citi Group, designa la concentración de riqueza del mundo occidental en unos pocos creando un pequeño reducto de muy, muy ricos; en esta situación el 10% de la población concentra el 90% de la riqueza y dejando a la gran mayoría, el 90%, sólo con el 10% de la riqueza. Es la economía de los ricos (mejor dicho de los muy ricos) y deviene de la contracción de las palabras Pluto y Economía. Se considera, tras el estallido de la crisis, la gran enfermedad de occidente.


En el mundo oriental, tanto próximo como lejano, siempre ha existido y de ahí la oleada de protestas y revueltas a las que estamos asistiendo.

Nos sorprende conocer (ahora porque todo ha saltado por los aires) cómo el pueblo se rebela ante "reyezuelos" que han gobernado sus países respectivos con mano de hierro, empobreciendo a la ciudadanía y enriqueciéndose ellos y sus familias. Y que se preparen los que pueden estar por caer.

Recordemos que eso ocurre en oriente próximo (y en China se está preparando también algo, el tiempo dirá) porque los que concentran la riqueza son los mismos que los que concentran el poder político y como tales es más fácil identificar QUIEN les está "mangoneando", dicho en una palabra que todos podemos entender.

En occidente, donde reina la Plutomanía pues nos creemos ricos en comparación con oriente, no nos damos cuenta de que también se ha instaurado la Plutonomía. En un artículo publicado recientemente en elEconomista.es desde hace unos años se ha ido acrecentando de la brecha que separa a ricos y a pobres. La principal causa que se alega es la desregulación financiera. Yo opino que la principal causa es esa enfermedad mental llamada plutomanía.

¿Por qué? Porque se nos ha hecho creer que podemos ser ricos hasta la médula comprando, gastando y derrochando el dinero que se podría ir ahorrando en esos 5 años pasados (2001 - 2006) de bonanza económica. Esa enfermedad, la Plutomanía, es la que se ha estado instaurando en la población trabajadora que pensaba que, dando igual el precio a pagar, siempre era una inversión comprar un piso; alquilar era tirar el dinero. Como ejemplo de lo que se debe hacer tenemos a El fundador del conocido portal inmobiliario idealista.com se compraba una casa a "tocateja" que, según el artículo de elPaís.com, vivió 20 años de alquiler hasta que ha podido comprarse un piso porque, no nos engañemos, una hipoteca sí que era tirar el dinero.

Todo ello nos lo hemos cocinado nosotros solitos y ahora nos toca comerlo con patatas (si hay).

Ahora, dicen nuestros políticos, toca alimentar el espíritu emprendedor cuando ellos han sido los primeros en criticar y lapidar al empresario autónomo en España (entiendo para contentar a sus votantes obreros, esos que ahora están en el paro). Porque, en mi opinión, no tienen ni idea de cómo crear empleo ni cómo aprovechar el dinero, ni el que tuvieron ni el que no hay (colocando deuda). Con un poco de vergüenza y con prisas ahora vamos a alimentar el espíritu emprendedor. Espero que, por lo menos, con un poco de vergüenza porque las prisas ya las tienen.

En realidad, no sé cuál de las dos es la verdadera enfermedad de occidente, pero personalmente creo que la una, la Plutomanía, es la causa de la otra, la Plutonomía, y creo que ahora toca descubrir que no somos tan ricos y eso ha causado a más de uno un quebradero de cabeza.

No echemos la culpa a quien ha sabido "hacer los deberes" y comencemos nosotros a hacer los nuestros.

Un saludo.

jueves, 3 de febrero de 2011

Fosilización de un modelo de negocio: el Cine

Acostumbrados como estamos al estrellato de los actores, directores, animadores y demás personal dedicado a la realización de películas de cine hoy podemos llegar a decir: Sres. se han estrellado, aunque aún no lo sepan, pero algo se huelen.

No es por falta de calidad en las producciones, ni por falta de talento humano (en las animaciones también hay mucho talento humano), ni por un sistema de proyección actual; simplemente el modelo no funciona.

En un mundo donde estamos acostumbrados a ver (igual no tanto a observar o contemplar) tantas películas, tanto cine, lo que resultó ser un invento sobrecogedor y espectacular donde valía la pena pagar por entrar a ver porque miles de sensaciones y sentimientos se condensaban en películas de 2 horas (el formato de 1 hora y media es relativamente reciente por ser más comercial) ahora ya no tiene el mismo "VALOR".

Con la irrupción de la televisión de HD, y la banda ancha, el cine sigue siendo espectacular pero sólo para los románticos (aún recuerdo con sentida emoción el pase de mi corto por una pantalla grande, y la sensación es cuasimágica).

Lo han convertido, se ha convertido, nos hemos convertido (da igual, el resultado va a ser el mismo), en un producto de consumo más que no "vale" lo que se puede llegar a "pagar" por ello. Aquí sí que podemos decir que la relación precio-valor no es equivalente y es, según creo, el causante de la desaparición paulatina de espectadores de las salas de cine. Cada vez se va menos al cine, aquí y en países donde las leyes "antipiratería" son más duras. El barco se hunde y las disputas por quien tiene la culpa ya no llevan a ningún sitio. ¡Sálvese quien pueda!

Es particularmente interesante el artículo de opinión (quizás autocrítica) de Isabel Coixet en el País que recomiendo encarecidamente leer.

Un saludo.