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domingo, 30 de enero de 2011

Reflexiones sobre Japón y España.


Es increíble cómo son las cosas, cómo es la gente, cómo somos nosotros. En el blog de Dalamar leí algo muy interesante sobre el choque entre culturas.

Es una comparación real, sobre el terreno, tal y como lo vive Dalamar por tierras niponas; por cierto, mucha suerte por allí y no dejes de seguir contando cómo te va.

Lo más curioso fue reflexionar sobre lo que se veía allí, en Japón. Por ejemplo:

- Dormirse en reuniones o en el trabajo ¡¡¡¡estaba bien visto!!!! porque se entiende como respuesta a que se trabaja mucho para la empresa y eso es bueno.

- Allí después de terminar la carrera tienes que encontrar empleo, OBLIGACIÓN, porque sino eres mal visto (supongo como mal trabajador) y no es fácil encontrar más empleos. Es tan frustrante que algunos terminan suicidándose por la presión.

- El trabajo es una bendición para el individuo ya que te presenta ante la sociedad como un ser respetable y productivo.

En España.

- Hay que hacer como que se trabaja, tanto delante del jefe como de los compañeros, sea real o no. Además, si estás en el trabajo (y estás bien) tienes que quejarte continuamente del jefe, de los horarios y de los compañeros que no están presentes.

- Aquí da igual que te estés preparando o no porque la mayoría de las veces por parte de las empresas te contratan por un nivel inferior al que se tiene para cotizar menos. Por lo demás, se realiza una carrera no por pasión (normalmente se hace porque todo el mundo lo hace o por no trabajar) desaprovechando todas las posibilidades que ofrece el sistema educativo (es más barato que en otros países y da muchas oportunidades de acceso a la cultura) y por supuesto da como resultado muchos licenciados en la media hacia bajo.

- Aquí si se puede vivir del cuento y no pegar ni chapa, mejor.

En fin quizá, ninguna de las dos culturas tengamos la solución a nuestros problemas (ambas culturas tienen los suyos) pero seguro que podemos aprender mucho uno del otro.

Un saludo.

miércoles, 5 de enero de 2011

Balance de 2010

¿Qué hemos aprendido de este 2010?

Quizás lo más interesante de hacer balance de un año entero es que podemos observar nuestra situación con un poco de distancia. Podemos ver la situación como si no hubieran sido nuestras decisiones sino las de un amigo que nos pide consejo, ¿por qué?

Porque así podemos opinar sin el riesgo inherente de justificar todas nuestras acciones llegando, muchas veces, a justificar lo injustificable. Suele pasar, es cierto, lo admito.

Como ejemplo me gustaría proponer en primer lugar al Sr. Ram Bhavnani. Es cierto, le tengo aprecio y mucha admiración. Entre otras cosas porque es suficientemente elegante cuando, llegado el momento, él mismo reconoce que su modelo de trabajo, que tantos éxitos le ha traído en más de 20 años, ha sido totalmente ineficaz en esta crisis. Tanto ha sido el varapalo sufrido que prácticamente todo el beneficio conseguido con la venta de Bankinter ha sido pérdida en este año. Desde luego a veces las cosas tal como vienen, se van. Aún así, lo sigo admirando porque no ha reflejado pérdidas en sus cuentas (eso quiere decir que, en general, ganó más que con lo obtenido sólo con la venta de Bankinter). El apalancamiento o las deudas son peligrosas (ojo! no he dicho malas sino peligrosas, muy peligrosas).

Por otro lado tenemos a Warren Buffet. También lo pongo como ejemplo aunque con un estilo de inversión ligeramente distinto. Este año tampoco es que haya sido especialmente bueno para él, aunque ha sido un año de seguir con las compras (como 2009). Todos sabemos que si tu negocio se basa en la bolsa y la bolsa está mal, terminas cayendo con ella (si ya sé que hay "instrumentos" para apostar a la baja, etc, etc, pero mi posición siempre ha sido clara respecto a esas herramientas, cuanto más lejos mejor). Las reglas de siempre y que a él le funcionan son: una buena dosis de paciencia, sentido común y no invirtiendo más de lo que se gana. Estas son las herramientas que el Sr. Buffet ha sabido gestionar para seguir en la brecha un año más.

En cuanto a mí, qué puedo decir...

Por supuesto, no pretendo compararme con esos dos grandes de la inversión en bolsa, no. Sólo reflexiono en voz alta. Como lección he podido aprender que en la bolsa hay que tener paciencia, que los modelos de inversión se deben adaptar a la situación personal y no tenerlos como verdades inamovibles y que el dinero que se invierte es dinero que no se necesita (no más de un 30% de lo ingresado al mes). El ejemplo más claro de adaptar el método está con el DCA que aplico. Por la situación actual, y no porque me haya ido mal, lo he modificado ligeramente de tal modo que, cuando ya llevo cierta cantidad invertida, para aprovechar los momentos de Black Friday en la bolsa como mínimo se debe invertir el 10% de lo ya invertido. No basta con invertir la misma cantidad de siempre, el promedio apenas se nota. Con lo cual se desprenden estas conclusiones:

A- se debe tener un negocio o trabajo para implementar las inversiones periódicas en bolsa, no vale vivir de rentas porque no hay capital suficiente,

B- es mejor ir ahorrando hasta una cantidad interesante (mi medida la he encontrado en ahorrar, como mínimo, hasta un 10% de lo invertido para promediar) y aprovechar el momento bajista,

C- el momento de inversión es crucial (ni Warren ni Bhavnani están invirtiendo siempre sino que lo hacen cuando creen que el momento es propicio para ello). Como medida de momento para entrar en un valor tenemos: el precio medio de lo invertido, si estamos en el valor, o que el PER del mismo sea inferior al PER medio de los últimos 5 años, si no estamos en él,

D- por último, disfrutar de las sencillas alegrías que nos da la vida y de los nuestros y realizar sólo aquello que deseemos hacer, todo lo demás es perder el tiempo incluido buscar la libertad financiera porque si se es feliz, todo lo demás sobra.

Un saludo.