Pero no todos los españoles nos comportamos igual ni nos sentimos orgullosos de todo lo que hicimos.
Gracias a españoles como Fray Bartolomé de las Casas que fue un gran defensor de la vida humana de los indígenas (otros religiosos no los consideraban humanos, sino bestias) y otros, la mayoría que se quedó allí, comenzó un proceso de mestizaje (no solo violaciones, aunque era una práctica generalizada en los ejércitos europeos de la época como el saqueo como trofeo de guerra), mestizaje de sangre y cultural.
De esos 500 años de convivencia o de imperialismo, descubrimos nuestros errores y nuestros aciertos, descubrimos una cultura nueva, unas costumbres nuevas, un mundo nuevo y ellos también aprendieron un progreso, una educación y una cultura todo ello nuevo, ni mejor ni peor, solo distinto.
Mañana es un día para volver a sorprendernos con nuestras culturas, sorprendernos cómo el ser humano es más grande si colabora que si se destruye (el solo hecho de partir a lo desconocido con total ignorancia de su destino, ya es sorprendente) y sorprendernos, finalmente, con la grandeza del ser humano que a pesar de todo sigue adelante.
Por todo ello: ¡Feliz día de la Hispanidad!!
