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miércoles, 3 de junio de 2009

Segundo paso: Balance de Ingresos y Gastos.




El Balance. Palabra funesta que nos suena a algo que sólo tenemos que tener en cuenta cuando llegan el final de nuestros días. ¡Craso error!

Nos encontramos con que los profesionales de la economía no sólo hacen Balance de cuentas al final de una compañía, es decir, cuando esta va a disolverse o va a ser absorbida por otra, sino aunque yendo bien lo hacen cada trimestre y luego también al final del año.

No es obsesión por los balances. Es control. El control da seguridad. Viene a ser como el chequeo médico periódico que todos los médicos recomiendan y que muy pocos siguen. Este "chequeo" nos permite saber el estado de una compañía en ese momento, por eso se suelen hacer trimestrales o mensuales, y una vez comprobado el estado de "salud" financiera realizar el siguiente paso: Planificar el futuro (pero eso será en otra entrada).

Sabemos a dónde queremos ir: libertad financiera, o por lo menos, saneamiento de nuestras cuentas.

Pero debemos saber dónde nos encontramos. Sabemos el punto de llegada y ahora nos falta marcar el punto de salida para luego trazar la ruta en el mapa.

También es que nadie se atreve a comenzar a hacerlo porque no saben por donde empezar. Pero es más fácil de lo que parece. Si un Presidente de un Gobierno puede aprenderlo en un par de tardes, todo el mundo puede hacerlo, incluso en menos tiempo.

Cómo hacer un Balance en pocos pasos:

Coger lápiz y papel y dibujar un esquema como el de arriba.

Anotar en el apartado ingresos (dcha.) todo aquello que nos ha reportado un ingreso.

Anotar en el apartado gastos (izqda.) todo aquello, necesario o no, que nos haya reportado un gasto. Esta lista es la más extensa normalmente y puede dividirse en gastos fijos (aquellos que tienen un compromiso contraído con el banco, gas, electricidad, etc.) y aquellos que no están previstos y se realizan (cenas, médico bebé, reparación vehículo, etc.)

Sumar cada columna.

Restar del total de ingresos el total de gastos y obtendremos el Flujo de caja mensual, o lo que es lo mismo la cantidad de dinero que podemos ahorrar e invertir.

INGRESOS - GASTOS = Flujo de caja mensual

Evidentemente, como colofón, podemos encontrar tres resultados, a saber:

El primero que el total de ingresos sea superior al de gastos. El resultado del flujo es positivo y, sólo dependiendo de si nos parece mucho o poco, se puede empezar a trabajar para mejorarlo, esto es, aumentarlo.

El segundo resultado es que el resultado es igual a 0, o muy próximo a 0. Esto significa que ingresos y gastos están a la par con el peligro potencial de caer en números rojos y quebrarnos la cabeza con las deudas. También debemos ponernos a trabajar para mejorarlo. Estamos en alerta amarilla.

El tercer resultado es que cada mes estemos en números rojos. Todo el mundo sabe lo que significa esto. Es alerta roja y ponernos a trabajar enseguida en disminuir gastos y/o aumentar ingresos ¡YA!

No hay que desesperarse porque todo tiene solución. Ya sabemos los dos puntos el de salida y el de llegada, en el siguiente post comenzaremos a trazar el mapa entre los dos puntos.

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