Cada vez que empieza un año surgen los propósitos de mejora personal tipo “este año empezaré la dieta” o quizás “de este año no pasa para aprender inglés” o quizás este otro “este año empezaré a ahorrar”. El mío es “este año conseguiré la libertad financiera”.
Todos los años pueden empezar igual o quizás éste ser diferente pero es indudable que marcar objetivos anuales lo podemos, oficialmente, declarar como una tradición más anual como si se tratase de comer las uvas o regalar un detalle por el cumpleaños. Hoy es el día de marcarse objetivos para el 2010.
Aunque parezca irónico éste es el primer paso: Marcarse un objetivo. No es fácil saber lo que se quiere, pero podemos empezar por saber lo que no queremos y derivar de ahí.
El objetivo propuesto tiene que cumplir 3 requisitos fundamentales:
que sea posible
que alguien lo haya conseguido antes en el tiempo previsto
que sea algo que realmente uno quiera hacer
Aunque, y esto a todos nos ha pasado, llega el final de año y estamos igual o peor que antes formular nuestro objetivo es paso fundamental e importantísimo.
También debemos conocer las causas de por qué no conseguimos nuestros objetivos. Conociéndolas podremos obtener más ayuda de la que imaginamos para mejorar el fracaso de años anteriores convirtiéndolo en un éxito total.
Al igual que al nadar con corriente, tanto en el mar como en un lago o un río y salvo que la corriente sea demasiado fuerte, lo que suele desviarnos suele ser una sola cosa: perdemos de vista nuestro objetivo.
Durante el año perdemos de vista nuestro objetivo o es materialmente imposible (o eso es lo que creemos).
¿Qué hacer? Visualizarlo diariamente. En un ambiente de relajación mental y física (al acostarnos y al levantarnos) debemos visualizar el objetivo conseguido: Somos lo que deseamos y hemos conseguido el objetivo ¿Por qué realizar esto? Sencillamente porque somos capaces de lograrlo.
Luego, durante el día a día, no hace falta recordarlo pero sí que hace falta hacer algo, aunque sea poco, sin estrés, con paciencia sin pensar hacia donde nos dirigimos o lo que nos falta hasta llegar al objetivo. Sólo una brazada más, sólo eso. Podemos hacerlo.
Cuando el día a día pase y en junio fiscalicemos nuestro progreso veremos cómo llevamos nuestro recorrido. Si aún deseamos el objetivo lo emprenderemos con fuerzas renovadas y si hemos cambiado de parecer es sólo eso, un objetivo. Podemos fijar otro. No pasa nada.
Normalmente no hace falta más de 3 ó 4 meses para cumplir objetivos por este método y al final poder decir: Lo hemos logrado.
Mi objetivo para este año es conseguir la libertad financiera.
Nos vemos.