Páginas

lunes, 25 de enero de 2010

Propósito para 2010 - Conseguir la Libertad Financiera

Cada vez que empieza un año surgen los propósitos de mejora personal tipo “este año empezaré la dieta” o quizás “de este año no pasa para aprender inglés” o quizás este otro “este año empezaré a ahorrar”. El mío es “este año conseguiré la libertad financiera”.


Todos los años pueden empezar igual o quizás éste ser diferente pero es indudable que marcar objetivos anuales lo podemos, oficialmente, declarar como una tradición más anual como si se tratase de comer las uvas o regalar un detalle por el cumpleaños. Hoy es el día de marcarse objetivos para el 2010.


Aunque parezca irónico éste es el primer paso: Marcarse un objetivo. No es fácil saber lo que se quiere, pero podemos empezar por saber lo que no queremos y derivar de ahí.


El objetivo propuesto tiene que cumplir 3 requisitos fundamentales:

  • que sea posible

  • que alguien lo haya conseguido antes en el tiempo previsto

  • que sea algo que realmente uno quiera hacer


Aunque, y esto a todos nos ha pasado, llega el final de año y estamos igual o peor que antes formular nuestro objetivo es paso fundamental e importantísimo.


También debemos conocer las causas de por qué no conseguimos nuestros objetivos. Conociéndolas podremos obtener más ayuda de la que imaginamos para mejorar el fracaso de años anteriores convirtiéndolo en un éxito total.


Al igual que al nadar con corriente, tanto en el mar como en un lago o un río y salvo que la corriente sea demasiado fuerte, lo que suele desviarnos suele ser una sola cosa: perdemos de vista nuestro objetivo.


Durante el año perdemos de vista nuestro objetivo o es materialmente imposible (o eso es lo que creemos).


¿Qué hacer? Visualizarlo diariamente. En un ambiente de relajación mental y física (al acostarnos y al levantarnos) debemos visualizar el objetivo conseguido: Somos lo que deseamos y hemos conseguido el objetivo ¿Por qué realizar esto? Sencillamente porque somos capaces de lograrlo.


Luego, durante el día a día, no hace falta recordarlo pero sí que hace falta hacer algo, aunque sea poco, sin estrés, con paciencia sin pensar hacia donde nos dirigimos o lo que nos falta hasta llegar al objetivo. Sólo una brazada más, sólo eso. Podemos hacerlo.


Cuando el día a día pase y en junio fiscalicemos nuestro progreso veremos cómo llevamos nuestro recorrido. Si aún deseamos el objetivo lo emprenderemos con fuerzas renovadas y si hemos cambiado de parecer es sólo eso, un objetivo. Podemos fijar otro. No pasa nada.


Normalmente no hace falta más de 3 ó 4 meses para cumplir objetivos por este método y al final poder decir: Lo hemos logrado.


Mi objetivo para este año es conseguir la libertad financiera.


Nos vemos.

domingo, 17 de enero de 2010

Ganar la libertad financiera con la Bolsa








En el anterior post he dejado claro mi punto de vista sobre la Bolsa. Quizás alguien pueda verlo como algo derrotista pero de ninguna manera es tal cosa. Al contrario mi objetivo es muy distinto. La intención es lograr que la gente observe que para obtener ganancias de forma normal en la bolsa se requiere de, digamos, dos prerrequisitos:


Dinero y tiempo.


El por qué lo pongo tan claro es porque me gusta hablar de forma franca a la gente, sin rodeos ni pelos en la lengua. Porque lo más normal es que si deseamos la libertad financiera es porque no tenemos dinero y el tiempo lo tenemos, ahora mismo, prestado al banco. Es hora de despertar de un espejismo y de gastar inútilmente nuestros ahorros pensando que jugando a la bolsa nos vamos a enriquecer intentando emular a otros como Warren Buffet, Ram Bahvnani, etc.


La verdad que quería exponer en aquel post es que invirtiendo nuestros ahorros, aún haciéndolo muy bien y consiguiendo más de un 20% de rentabilidad compuesta anual, no seríamos libres hasta llegar por lo menos a los 20 años de inversión continuada, que son 20 años de trabajo constante y, seguro, que a alguno ya le pilla la jubilación. Por lo menos sería el jubilado más feliz de la residencia.


Pero si realmente queremos conseguir la libertad financiera con la bolsa cuanto antes debemos invertir usando aceleradores como han hecho nuestros inversores de referencia. Como si de una reacción química se tratase necesitamos de esos aditivos que potencien y aceleren, es decir, provoquen cuanto antes esa reacción.


Ese es nuestro objetivo, ser libres cuanto antes.


Ese acelerador se llama apalancamiento. Sólo lo aprenderemos observando como lo han hecho nuestros dos protagonistas, Warren Buffet y Ram Bahvnani. Sólo voy a ceñirme a ellos porque, sobre todo, son los dos individuos que más he seguido en estos últimos años.


El primero, Warren Buffet, obtenía, en primer lugar, el 25% de las ganancias de gestionar el capital de sus socios en Buffet Associates, Ltd y luego, cuando vio que eso no era suficiente, aprovechó para entrar en el capital en Berkshire Hathaway, compró otras empresas con grandes reservas de capital, sobre todo aseguradoras, para invertir sus cuantiosas reservas y obtener ganancias que luego volvía a invertir comprando más empresas. Es así a groso modo pero creo que ya os hacéis una idea de su utilización del apalancamiento. Obtenía fondos de otras personas, familiares, conocidos y luego de empresas, y se quedaba con parte de las ganancias, si las había aunque siempre las hubo pero compartirían pérdidas si éstas llegaban a materializarse.


El segundo, Ram Bahvnani, es similar aunque detesta que siempre le comparen con Warren Buffet. Su negocio, Casa Kishoo, pidió un adelanto, es decir le prestaron, capital que invirtió en acciones del mismo banco que se las prestó. El beneficio obtenido le ha permitido gestionar más negocios que le surtan de efectivo y también para poder avalar nuevos préstamos para seguir invirtiendo en Bolsa. El peligro es similar, si pierde asume que debe pagar el préstamo ya que está avalado por las acciones y por el flujo de efectivo de sus negocios y siempre debe obtener beneficios superiores al interés del préstamo bancario. Si no, no tendría, en la práctica, beneficios.


Ese es el truco que ambos inversores con éxito han usado para enriquecerse. Ambos pidieron el dinero prestado a otras personas, a familiares o al banco, y lo hicieron multiplicar con acertadas inversiones en bolsa obteniendo así su beneficio que luego reinvertirían en otros negocios y continuarían sucesivamente. Aceleraron su inversión con “aditivos”. A parte, como su inversión se realiza a través de una red empresarial al pagar impuestos por beneficios, éstos son menores que los que paga un trabajador medio de su salario. Doble beneficio. A que parece fácil, ¿no?


Ahora entendéis por qué dije que la bolsa no es la panacea que todo lo cura. La bolsa por sí sola no lo es pero con aditivos sí que puede serlo. No invirtieron sólo sus ahorros. Se apalancaron con dinero de otros y además aprovechan la legislación empresarial para pagar menos impuestos. Parece que Kiyosaki sabe de que habla. Todo esto es muy clarificador.


Hasta la próxima amigos.

miércoles, 6 de enero de 2010

La Bolsa no es la Panacea


A muchos nos gustaría encontrar la famosa libertad financiera.

Este término, usado por Robert Kiyosaki en su conocida colección de obras Padre Rico Padre Pobre, se viene a referir a la idea de que es posible escapar de la carga de trabajar atado a un horario y a unas deudas, que a su vez, nos obligan a seguir trabajando para pagar las mismas y, al fin, ser libres y recuperar nuestro tiempo.

Surge el concepto subyacente de que el trabajo es la nueva esclavitud. El trabajo por lo visto no nos hace más libres.

Algunos la hemos buscado en la Bolsa, otros en bienes inmuebles y otros se desmenuzan el cerebro buscando fructíferos negocios.

Me gustaría comentar hoy algo respecto a la Bolsa.

Algo muy apropiado el día del Sorteo del Niño, también lo podría haber comentado el día del Sorteo de Navidad pero no se me ocurrió antes, sorry.

Para aquellos que ansían la libertad financiera me gustaría advertirles que la Bolsa no es la panacea o remedio universal que nos lleve, sin esfuerzo, a la tan ansiada libertad.

¿Por qué?

Porque, aunque sí que es cierto que bien usada puede reportar unas buenas rentabilidades, no se trata de una lotería, en el sentido de que invirtiendo una modesta cantidad de dinero, 20€ por ejemplo, éste se va a multiplicar, como si del milagro de los panes y los peces se tratase, y resultásemos millonarios y libres, por fin.

La cantidad arriba indicada, 20€, es simplemente un ejemplo para mostrar mejor la analogía con la lotería y no tiene nada que ver con entradas anteriores publicadas en este blog. Bien podía haber dicho 1.000, 6.000 ó 30.000 euros.

Si buscamos por la red las rentabilidades máximas anuales, hablando de rentabilidad compuesta anual y no como algo puntual de un año concreto, de los mayores inversores del mundo, o por lo menos de mejor fama, obtendremos los siguientes resultados:

Warren Buffet --- 20,3%
John Bogle --- 18%
Peter Lynch --- 30%
George Soros --- 32%

Esas son las rentabilidades (utilidades para nuestros lectores de Sudamérica) máximas que podemos esperar conseguir. Entendemos máximas ya que si, si éstas son las conseguidas por los grandes gestores, resultaría muy pretencioso esperar conseguir otras mejores que ellos. Pretencioso aunque no digo imposible.

También las vamos a comparar con las que sería conseguir algo acorde con lo obtenido por la renta fija, por lo menos aquí en España, a Largo plazo: 4,79%

Si esperásemos esas rentabilidades, supongamos para 2o años de inversión constante y reinversión, podríamos esperar algo similar a esto:

Inversión base
1.ooo
6.000
30.000

Buffet (20,3%)
40.300
241.804
1.209.020

Bogle (18%)
27.393
164.358
821.791

Lynch (30%)
190.049
1.140.297
5.701.489

Soros (32%)
257.916
1.547.497
7.737.486

Algunas de estas cifras suponen todo un reto si lo hiciésemos "genial" durante por lo menos 20 años. Una larga temporada hasta obtener los resultados esperados, ¿no creéis?

Si lo que consiguiésemos fuese lo obtenido por la renta fija arriba indicada sería algo así:

Renta fija (4,79%)
2.549
15.294
76.474

Muy lejos de las rentabilidades de los grandes inversores pero no descabelladas para inversores novatos.

Si bien es cierto que con paciencia se puede conseguir una buena retribución, nos harían falta 2 cosas: capital inicial y tiempo, mucho tiempo. Si un año se puede hacer largo, imaginemos 20 años.

No es una entrada para desanimar a nadie pero es para poner las cosas en su sitio porque hay que ser realistas en la inversión.

Si lo que realmente es convertirse en libre, financieramente hablando, con mayor rapidez sería mejor optar por otros caminos: inmuebles y/o negocios.

Cada uno debe crear su propia Buena Suerte, la suerte por sí sola es simple azar.