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jueves, 15 de julio de 2010

La generación sin imaginación.

Aquellos que tienen niños seguro que comprenden lo que voy a decir.

Imaginad que paseáis a vuestro hij@ a través de la sección de juguetes de unos grandes almacenes. Imaginad esos estantes interminables llenos de artilugios llenos de color y figuras llamativas que prometen mucha diversión (educativos o no).

Imaginad la reacción del niñ@ cuando ve todo eso. Sí, la boca abierta y si no quiere 4 ó 5 de los juguetes expuestos nos amenazará muy seriamente con unos molestos berrinches y pataletas varias.

Esa es la razón por qué esa sección no se cruza nunca con los niños (se evita a toda costa) y sólo se acude a ella cuando les vamos a comprar un regalo (y si puede ser que ellos no lo sepan que vamos por ahí).

Pero sigamos imaginando que hemos llevado al niñ@ por ahí y, curiosamente, le hemos comprado el juguete que más deseaba de toda la tienda. Imaginemos que llegamos a casa y ¿cuál es el resultado? El juguete al día siguiente está en un cajón olvidado y sigue jugando o con el juguete de siempre o con cualquier cosa que caiga en sus manos.

Esto ocurre porque su mente disfruta con la imaginación y no con el juguete. Los juguetes de hoy son tan perfectos, tan reales que no da pie a usarlos. La mente del niño, que en un principio a sucumbido ante la magia del markenting de la industria juguetera, considera a esos juguetes demasiado aburridos. Su destino irremediable será el olvido. Su mente, la del niñ@, aún no está "contaminada" por la telebasura.

A nosotros nos pasa lo contrario. Después de tanto tiempo contaminando nuestra mente con infinidad de alienamientos ahora somos incapaces de imaginar, de soñar algo que medianamente se escape de las reglas de la lógica.

Ayer leí un post de el blog de Desencadenado en el cual, no sin falta de razón, describe el único plan de empresa que se nos ocurre es:

- monto una web
- consigo millones de usuario
- ¿?¿?¿?¿
- nos hacemos ricos (vendiendo la web)

Me resultó muy interesante, os lo recomiendo. Tan interesante que ha inspirado este otro post. No sé si estará a la altura. Vale, volvamos al tema que me desvío, el objetivo está claro. Pero, ¿y el producto? ¿y el servicio? Nos falta imaginación. Sabemos a dónde queremos llegar pero no cómo podemos llegar hasta ahí. Nos hace falta un "vehículo" para que se haga realidad ese sueño.

Dediquémonos a soñar otra vez. Imaginemos un mundo con formas imposibles y lugares innombrables. Porque si no es así esa web creada, que pretende captar millones de usuarios, terminará siendo otro proyecto estéril. Nos estamos convirtiendo en la Generación sin imaginación, excesivamente contaminada.

Soñemos otra vez...

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