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martes, 28 de febrero de 2012

Recesión: Es el inicio de la Recuperación

Sé que la crisis afecta en peor o mejor medida a cada uno de nosotros, sé que son momentos difíciles para algunos y que las noticias no son muy halagüeñas. Eso es así porque estamos en plena recesión económica.

Ha costado tocar suelo (ya que desde el 2008 hasta ahora han pasado casi 4 largos años de incertidumbre) pero asumir la entrada en la recesión es capital para comenzar la recuperación.

Es hora de reconocer que nos hemos equivocado (como decía el ministro de Hacienda: "no es momento de echar la culpa a nadie") y empezar a trabajar en la recuperación.

Es momento de reconocer los errores cometidos, no es hora de buscar culpables ya que culpables podemos ser todos consciente o inconscientemente, rectificar lo más rápido posible y comenzar de nuevo. Por ello digo que la recesión es el inicio de la recuperación. Es la resaca.

Para ello es necesario que las empresas improductivas cierren y/o despidan el exceso de trabajadores (he ahí la tan temida para algunos reforma laboral y a la vez, según creo, tan necesaria, ya que cuanto antes se haga el ajuste mucho más rápido se puede salir); es necesario que el exceso de producción de ciertos bienes sin valor (inmuebles) se liquide bajando precios; es necesario también, si van a bajar los precios de los bienes y servicios, que también se bajen los salarios (aunque sea lo que más nos pese); es necesario que los ciudadanos se coloquen cuanto antes en liquidez (=ahorro).

No es cuestión de que el sistema no funcione o que los empresarios sean los "malos" y despidan porque les apetece. No. El sistema funciona y empresarios... hay de todo tipo (como los trabajadores, todos somos personas con nuestras virtudes y nuestros defectos).

Cuando llega la recesión es cuando sale a la luz, y el mercado descubre, esa descoordinación que existe entre la inversión, por un lado, y el consumo y el ahorro, por otro. Dicho en palabras del Prof. Huerta de Soto.

Todas las grandes fortunas se han creado en momentos de recesión pero para ello es necesario esfuerzo y trabajo. Ambos son necesarios para llegar a esta época con liquidez, mucha liquidez, y para ello es necesario ahorro obtenido mediante autodisciplina económica.

Tengo confianza en las personas de este país porque creo que han aprendido de sus errores (si no todos, la gran mayoría), algo que no quita que podamos volver a cometerlos (somos gente con memoria muy corta), y comencemos de nuevo a construir la casa por sus cimientos y no por el tejado.

Un saludo.

lunes, 6 de febrero de 2012

El banco es el enemigo


Cada vez son más los conocidos míos que al hablar de la banca coincidimos en que, por su experiencia y parafraseando al Jefe de la Policía de Valencia, “el banco es el enemigo”.

¿Por qué?

Porque se espera de ellos una transparencia y una franqueza que no muestran, no asesoran, engañan en sus “consejos” y siempre tiene un afán de lucro insano del pobre cliente, sea cual sea su edad y nivel de conocimientos y riesgo (critico el lucro insano, no el lucro en sí).

Digo insano porque a los clientes se nos trata como a borregos, siendo la mayoría gente sin conocimientos económicos técnicos (parte de culpa lo tiene el cliente por no leerse la letra pequeña ni meditar suficientemente el supuesto producto de “desinversión”) al cual siempre se le intenta “colocar” este o aquel producto interese o no al cliente por sus conocimientos y/o riesgo deseado.

Esto al final pasa (o pasará) factura a los bancos comerciales en el sentido de que cada vez menos gente va a confiar en ellos. Así cada vez lo van a tener más difícil captar pasivo de la gente para sus cuentas de resultados.

Como podrían decir los indignados: “más colchón, menos inversión”.

Quizá el público no sacará el dinero en plan corralito pero perjudica, en esto otro, a la banca comercial sobre todo en los tiempos que estamos. La misma tiene una función social muy importante pero cada vez el descontento, simplemente, es mayor. Y no hay responsabilidad corporativa que lo cambie.

La gente también aprende, aunque sea a base de palos.

Un saludo.