Páginas

martes, 1 de marzo de 2011

Ahorrar, ahorrar... por Real Decreto.


Y ahora toca ahorrar, aunque no se quiera.

Si lo pensamos detenidamente la rebaja es un poco chorra: de límite máximo de 120 km a 110 km. Sólo falta saber las sanciones para saber si se trata de una chorrada o una put...

Está constatado que reducir la velocidad (y así reducir revoluciones aunque no es lo mismo) contamina menos y es más eficiente el consumo de combustible, pero eso ocurre más a 90 km cuando las revoluciones no pasan de 2.000.


En fin, la noticia realmente es llamativa y es darle más importancia de la que tiene (además ha dicho que es una medida temporal, aunque no a especificado el tiempo)

El caso es que lo que realmente nos molesta es que nos obliguen por decreto...

Pero para que nuestro patrimonio no sufra lo que está sufriendo la economía española (y siguiendo el consejo de algún blog de empezar a hacer lo contrario de lo que diga nuestro Presidente) sería interesante empezar a invertir.

¿Invertir?

Llamaremos invertir a todo aquello que podemos comprar y nos retorna una rentabilidad.

Si se tiene aún alguna duda podemos recordar (los que ya tenemos cierta edad) el famoso juego del Monopoly. En dicho juego el fin es la compra de bienes que nos van a reportar un beneficio siempre que alguien vuelva a caer en una casilla que nos pertenezca. Los bienes fundamentales son propiedades inmobiliarias pero como estamos en crisis, bien pueden sustituirse cualquier otro (acciones, depósitos, negocios, start ups, etc).

Los productos financieros que nos reportan el beneficio (o también una pérdida) con la diferencia entre la compra y la venta no son inversiones. Pueden ser negocios y pueden ser rentables pero no inversiones ya que no nos producen ningún tipo de renta. Son negocios más bien especulativos (no tiene ninguna connotación negativa a pesar del esfuerzo de algunos en ello).

La mayoría de los bienes nos pueden producir un beneficio por diferentes medios: rentas, intereses, dividendos y variación de valor. Cuantas mayores posibilidades de beneficio mayor "valor" (que no precio) debe tener cierto bien para tenerlo como objetivo de compra.

La idea es incrementar nuestro patrimonio para que las cantidades adquiridas por ingreso en rentas supere con creces nuestro nivel de vida (gastos propios). Es básicamente la misma filosofía del Monopoly: comprar cuanto más mejor, porque mayores ingresos poseeremos.

En definitiva, es ir aumentando el límite de velocidad de nuestro patrimonio hasta poder conseguir pilotar a velocidad de crucero hacia nuestra libertad financiera y pertenecer al Club de los Millonarios.

Un saludo y no corráis con el coche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario