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martes, 3 de agosto de 2010

Conclusiones del Análisis Técnico del Ibex 35.

Yo creo que ya nadie se acordará pero hacia finales de diciembre de 2009 me atreví a realizar unas estimaciones futuras sobre la posible evolución del Ibex 35 (craso error el mío, quizás locura, pero lo hice como un pequeño ejercicio de análisis técnico).
Ahora que ha pasado la mitad del año (bueno más de la mitad del año si somos objetivos) llega la hora de hacer balance de tan osadas predicciones. Yo seré mi propio crítico, pero tu también tienes voz y voto.
El análisis llegó en la bienaventurada calma que prosiguió a la tempestad de la crisis inmobiliaria y de crédito (con un año entero de bajada electrizante) y que, ignorantes y felices todos nosotros, precedió, como bien dice el dicho, a una nueva tempestad con la crisis de la deuda soberana de Grecia (y también estuvieron implicados otros países como España, Portugal o Italia - los mal llamados PIGS por sus siglas en inglés, ya se sabe, los ingleses y su humor -).
En aquel momento estimé dos escenarios: uno optimista y otro pesimista. Voy a hacer una breve introducción de lo dicho en aquellas fechas y luego expondré mis conclusiones.

Escenario optimista.
Tras la realización de un hombro-cabeza-hombro invertido desde noviembre 2008 a junio de 2009 (de libro, por cierto) se explicaba la subida de hasta los 12.000 puntos, desde el mínimo de los 7.000 puntos en marzo.
Aún en un escenario optimista, que por cierto también pensaba yo que era el más probable, no me era indiferente la pérdida de fuerza evidente por "desgaste" alcista con lo cual, se podía entender, ocurriese una pequeña corrección hasta los 11.000 puntos pero que superaría sin dificultad los 12.000 puntos tras el rebote.
En toda predicción no puede faltar el lado pesimista que nos aconseja prudencia, dictada sabiamente a la sombra de la experiencia, sobre la premisa de que el futuro es, y siempre será, incierto.

Escenario pesimista.
Puse en los 11.000 puntos como soporte barrera o diferenciador entre el signo optimista y el bajista del análisis porque así me parecía que era la pauta técnica. Si algún acontecimiento hacía romper ese soporte estaríamos en un escenario bajista y, fue entonces, cuando apareció la Crisis Griega.
Fue pública entre finales de enero y primeros de febrero de 2010 pero los mercados se movieron, como siempre, con anterioridad en dirección claramente bajista (¿información privilegiada? Saca tus propias conclusiones).
Ignorando inocentemente el futuro propuse como posible primer suelo, ante un acontecimiento negativo, los 10.000 puntos (ahora el pasado me recordará para siempre que igual que no hay "techos" tampoco hay "suelos"). En caso de nueva crisis (tampoco la descarté) propuse el suelo en los 7.000 puntos.
En realidad esta segunda crisis, consecuencia de la anterior, yo pensaba que era "descartable". No creía en una nueva crisis, qué gran equivocación, y así lo dije en la entrada.
Donde me equivoqué fue en puntualizar el siguiente nivel de soporte. Lo propuse en los 7.000 puntos, pero finalmente se formó en los 9.000. Por otro lado, esa zona era claro soporte técnico y ahí se formó.
El nuevo suelo para la "nueva" crisis (dudé a la hora de puntualizarlo entre ambas cantidades, pero el verdadero soporte era y fue, porque se formó, los 9.000 puntos).

Conclusiones.
Este "juego de análisis" ha sido muy productivo a pesar de las "pequeñas" imprecisiones. Todas las conclusiones son muy positivas, a pesar de que hemos sido testigos de una crisis sistémica y una réplica de la misma. Uf!
Descubrimos que el futuro no lo conoce ni su padre (esto es algo positivo aunque no lo parezca). También que el análisis técnico no ayuda a adivinarlo y tampoco el análisis fundamental (no nos engañemos). Pero sí descubrimos que los fundamentos nos dan más seguridad (nos hace creer que sabemos algo sobre la empresa) y nos ayuda a abstraernos de la "marejada" euforia-miedo en las que se sumergen los mercados (si una empresa está barata con un precio si, además, vuelve a bajar entonces más barata estará la empresa, ¿peligroso?).
También descubrimos que algunas figuras sí que se repiten y cumplen su función en el tiempo. Sobre todo las llamativas hombro - cabeza - hombro invertidas (h-c-h i). Lo malo, que no se pueden predecir. Lo que a mí me parecía un doble suelo en los 10.000 puntos luego se ha desarrollado como un posible h-c-h i, ¿terminará de formarse? No lo sé.
Como conclusiones finales podemos afirmar que en el análisis técnico los principios sobre soportes - resistencias se cumplen a rajatabla (casi como dogma de fe) y que si queremos predecir el futuro, con este tipo de análisis o con otros de otro tipo, siempre deberíamos plantearnos dos escenarios posibles: uno optimista y otro pesimista. Por todo lo que pueda pasar.
Así que, por ahora, puedes disfrutar la subida de la bolsa hasta los 11.000 (siguiente resistencia) donde puede haber una corrección alcista.
Un saludo

jueves, 29 de julio de 2010

Mitos del Mercado de Valores.


Pese al reciente rally bursátil, tenemos un artículo del Expansión donde se desgranan diez aparentes mitos del mercado bursátil.

Debido a la crisis tanto el corto como el largo plazo han quedado en evidencia. Nadie puede predecir el futuro y por ello hay que trabajar sobre el conocimiento del pasado y del presente y desembarazarnos de cualquier mito.

Estos son consejos que seguramente ya habremos oído con anterioridad y que el propio artículo en cuestión ya responde pero me gustaría dar mi propia opinión sobre los mismos (en algunos casos para puntualizar alguna cosa y en otros porque no estoy de acuerdo). De todos modos el que esté muy interesado en estos y más mitos puede ver el libro 100 errores al invertir en bolsa. Muy útil sobre falacias.

1. Es un buen momento para invertir en bolsa.

¿Se podría preguntar lo mismo a un comercial de una inmobiliaria sobre los pisos? Ellos siempre dirán que sí. Aunque es un mito extendido, si el asesor no es su broker no tiene por qué aconsejar así (ojo con los bancos porque a ellos sí que les interesa porque ellos también son su broker). Ahora, en mi opinión, pienso que es un buen momento porque los precios están bajos pero para que nadie se sienta engañado puede empezar por estudiar algo de análisis bursátil y decidirlo por sí mismo. Es tuya la última decisión y responsabilidad.

2. Las acciones rentan de media el 10% al año.

Es un dato histórico tomado desde 1800. Los datos del siglo XIX no son muy rigurosos y el panorama desde el siglo XX es mucho más complejo. Los expertos ahora sugieren que sería más realista cifrar la rentabilidad en el 5%. Todo depende del "momento de entrada" en el mercado bursátil. Si no que se lo digan a Warren Buffet con un 23% de rentabilidad anual o a Ram Bhavnani sobre si era o no un buen momento para entrar en Popular (creo que éste último diría que no).

3. “Las previsiones de nuestros economistas son…”

La mayoría van a dar una respuesta ambigua, puede que sí puede que no. Es así porque es la única verdad. Pero si, como he dicho antes su asesor también es su broker, en momentos bajistas dirá que el mercado subirá y en plena burbuja dirá... ¡la bolsa nunca baja! Me gusta esta frase: "Warren Buffett dijo una vez que los que predicen el comportamiento de los mercados hacen quedar bien a los adivinos". No comment.

4. Invertir en bolsa le permite participar en el crecimiento de la economía.

La bolsa y la economía real tienen muchos puntos de interrelación (se llega a afirmar que la una es predecesora de la otra) pero hay que reconocer que, aunque la mayoría de las veces puede ser así (o por estadística), también hay casos flagrantes de claro distanciamiento. Seamos serios, son mercados que cada cual va a su aire porque las acciones se comportan como una commodity más y se rige por las reglas del mercado (subirá y bajará según la oferta y la demanda de papel y de la "salud" económica de los compradores y de las empresas) en cambio, en la economía real, intervienen otros factores como el paro, la producción, etc. Pueden interrelacionarse pero no es ley aunque algunos políticos no dudarán en poner de ejemplo a la bolsa para pretender ver "brotes verdes".

5. Si quiere más rentabilidad debe asumir más riesgo.

Esta falacia está muy extendida por los "expertos" sobre todo por la "democratización" de productos financieros muy volátiles y de difícil entendimiento o control por parte de los inversores. Las opciones, futuros o warrants (cada cosa es parecida y, a la vez, diferente) tienen fama de producir grandes rentabilidades puntuales si se tiene el acierto de dar con el valor adecuado en el momento más inesperado. Es, muchas veces, intentar dar con el caballo ganador. Estos productos han sido muy utilizados por los profesionales para "cubrirse" de posibles bajadas/subidas repentinas de precio. Venderse como productos de uso común entre inversores sería acuñada por Warren Buffet, alguien con un 23% de rentabilidad anual invirtiendo en acciones y bonos (eso está pasado de moda dirán unos, los parámetros de la economía han cambiado dirán otros), como auténticas "armas de destrucción masiva". Sobran las palabras.

6. “La bolsa está barata justo ahora. El PER es sólo de 13 veces”.

El PER es un ratio universalizado, endiosado y, a la vez, incomprendido. Un mismo PER, por sí sólo, puede significar o que la empresa está tremendamente cara o con unas perspectivas de futuro espléndidas. Todo depende de cómo se mire. Ahora bien, si lo comparamos con las mismas empresas de su sector y con su media de los últimos 5 años entonces la cosa cambia y se convierte en un indicador, desde mi punto de vista, muy fiable.

7. No se puede hacer “timing” con el mercado.

Aquí entra en juego la famosa teoría de la opinión contraria en un intento de adelantarse al timing (porque acertarlo es pura suerte, se mire como se mire). Si las noticias son tremendistas compraremos y si son muy halagüeñas venderemos. Es una teoría que funciona muy bien sobre el papel pero tiende o a vender demasiado pronto o a comprar demasiado pronto. Es eso, una buena teoría. Y creo que sí, que se confirma este mito como principio, siendo el único mito que sí que se cumple.

8. “Recomendamos una cartera diversificada de fondos de inversión”.

Todos los grandes inversores cuentan con una cartera muy diversificada de acciones, bonos, líquido, etc. Quiero recordar una cosa: "ellos pueden porque tienen dinero para hacerlo". Al mismo tiempo repasando las biografías de los grandes inversores (Warren Buffet, Carlos Slim, Ram Bhavnani, JP Morgan, Soros, Ben Graham, etc.) todos, casi sin excepción, llegaron a lo que son por concentrar esfuerzos en unas pocas acciones que, a la postre, resultaron "geniales" inversiones. Eso da que pensar.

9. “Este es un mercado de selección de valores”

Más que por selección de valores el mercado bursátil es un mercado de selección de momentos ya que podemos invertir en acciones de "baja calidad" que luego resulten en un boom o invertir en acciones de "gran calidad" y encontrarnos en un crack. Cuando me refiero a calidades me refiero, claro está, a las empresas que subyacen tras la acción. Todo depende de en qué momento nos encontremos y de ahí la importancia de indicadores tipo PER u otros que indiquen la sobrecompra o sobreventa de las mismas. No se puede hacer timing con el mercado.

10. “Las acciones se comportan mejor a largo plazo”.

Aquí estoy de acuerdo con lo que dijo John Maynard Keynes: “En el largo plazo, todos muertos”. Ahora bien también es cierto que hay que dejar un respiro al mercado para que avance y retroceda. La volatilidad de estos años es una muestra de cómo puede subir y bajar la bolsa en los momentos más inesperados pero a la larga, no sabemos cuándo también es cierto, tenderá a su equilibrio.

Aconsejo leer el Inversor Inteligente de Ben Graham (dónde explica su famoso principio del margen de seguridad) y ponerlo en práctica. Se asombrará de los resultados y dejará de lado tanto mito inútil.

Saludos.