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lunes, 16 de enero de 2012

Levantando la economía

Viviendo el presente más reciente muchos son los que no esperan ver un futuro con el crecimiento económico como el conseguido en el pasado y que, a la postre, es el origen del momento actual.

Pero conociendo un poco la historia, entendiéndola como un análisis empírico de la estupidez humana, y unos conocimientos básicos de economía, sin entrar en polémicas teórico-políticas, no sería de extrañar que, a la postre, repitamos los mismos errores.

En la historia del hombre se han repetido numerosas crisis económicas de las cuales solo una pequeña parte han tenido su causa principal en la naturaleza (sequías, hambrunas, pestes, erupciones volcánicas, etc) siendo la causa de las demás la acción directa del hombre y sus malas decisiones.

Crisis siempre ha habido, con patrón oro y sin patrón oro (para los románticos que desean que vuelva), pero sí que en todas se puede observar un denominador común que es una expansión crediticia sin mesura que muy divertidamente muestra Fernando Trías de Bes en su libro El hombre que cambió su casa por un Tulipán. Pero asociar crisis con expansión crediticia sería confundir, como bien señala el Prof. Jesús Huerta de Soto, fiebre con sarampión (este símil se lo he cogido prestado, lo reconozco).Leer más información...

Proponer, desde mi humilde opinión, las teorías del profesor Huerta de Soto para el cambio macroeconómico lo considero un trabajo inútil primero porque las mismas están perfectamente explicadas en sus libros y en sus clases (que aún no he podido disfrutar y recomiendo), segundo porque no tengo ningún tipo de autoridad moral para cambiar el sistema y tercero porque no es mi intención.

Mi humilde intención pasa por cambiar poco a poco las conciencias para que en vez de trabajar en contra del sistema aprendamos a que el sistema trabaje para nosotros de tal manera que, poco a poco, vayamos entrando en el Millionaire Club, independientes del sistema.

Retomando el post, creo que el boom volverá, la prosperidad anterior volverá y, como no, las consecuencias desastrosas (paro, subida de impuestos, despilfarro, recesión) volverán.

Esto es así porque la demoledora causa de todas las crisis se ha puesto en marcha de nuevo: "la máquina de hacer billetes". Se ha intentado encenderla solo un poco (desde luego en Europa no todos somos tan lerdos) porque se sabe que es la causa de todos los males pero desde que el BCE empezara a comprar deuda pública para evitar las subidas de tipos de la deuda soberana (supongamos que mientras los Estados se ponen la día) esa máquina ha empezado a funcionar.

Pero aun suponiendo que la compra de deuda es una manera encubierta de crear moneda de la nada, asumiendo que eso es así más allá de consideraciones morales y políticas ¿por qué no vemos todavía sus consecuencias?

En el Blog de Dalamar en uno de los comentarios se retomaba esta misma pregunta ¿dónde está la inflación?¿dónde el crecimiento? No hay crecimiento, no hay inflación, no hay prosperidad porque no circula el dinero.

Yo espero que no circule y se ahorre todo el dinero que se está imprimiendo, no porque no desee salir de la crisis y quiera que haya una crisis tras otra, sino precisamente porque no quiero eso. Creo que estamos de enhorabuena al caer, al menos de momento, todo ese dinero en manos de un país que, tradicionalmente, tiene una cultura del ahorro y de la no ostentación (ya veremos como termina con tanto inmigrante procedente de España y alrededores porque si se vuelve al pelotazo, vuelta el ciclo a empezar).

Creo que las personas de España, en particular, estamos aprendiendo a ahorrar y esos es bueno por las razones que voy a exponer.

En primer lugar, porque seremos más prudentes con nuestras inversiones (no es lo mismo invertir dinero de otro aunque sea prestado que el que nos ha costado un gran esfuerzo ahorrar).

En segundo lugar, el consumo responsable ahondará en una bajada suave de precios y, aun teniendo unos sueldos congelados (recordemos que algunos en la empresa privada llevan 10 años de congelación salarial), producirá un aumento de sensación de riqueza. Si los precios no suben, no tienen por qué subir los sueldos.

En tercer lugar, la felicidad de la sociedad se incrementará (es decir, de las personas) por dos motivos, a saber, no mantener la sensación estresante de "estar a un sueldo de la bancarrota" pudiendo dedicar parte de los ahorros a inversión, a estudios para mejorar nuestra situación laboral y personal o para gastarlo en alguna necesidad, capricho o devolverlo a la sociedad como parte de nuestra deuda con ella; además como se reducirá el peligro de una nueva crisis sistémica habrá trabajo de sobra para poder elegir aquel que más nos realice (sí, a algunos, el trabajo también es realización).

Eso todo sin revoluciones sociales, ni traumas, ni cambios radicales de sistema, solo con cambiar un poco cada uno de nosotros aumentando nuestro nivel de ahorro, seremos capaces de cambiar el sistema.

Espero que estas ideas que, como bien dice un gran amigo mío, se expandan por la red como un virus y contagie a todo el mundo.

Un saludo.

1 comentario:

  1. Me acabo de avivar que sos vos el que escribe estos articulos.Mira que soy lenteja,un abrazo

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