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miércoles, 28 de julio de 2010

Alimentarte de empresas sanas es más saludable... para tu bolsillo

Recientemente han publicado los famosos test de estrés de los bancos. Sinceramente, no sólo deberían ser aplicados a los bancos sino a todas las empresas aunque está claro que son los bancos las empresas más sensibles para la sociedad, sobre todo para una sociedad tan fuertemente endeudada como la nuestra.

Realmente no deberíamos diferenciar el invertir de cualquier otra actividad humana ya que invertir es, en sí mismo, ya una actividad profundamente humana.

Si inyectamos nuestra economía con costumbres poco "saludables" o con excesivos gastos podemos acabar por sufrir algún percance médico-financiero. Ahora que llega el verano sería bueno estimular nuestras economías con algunos consejos para que éstas sean más saludables.

Aliméntate bien.

Lo fundamental es que hayan ingresos recurrentes mensuales. Hay que hacer frente a nuestro nivel de vida y no lo va a pagar el vecino. Debes intentar alimentarte tanto con ingresos recurrentes (quizás un sueldo o con alguna empresa) como también con ingresos más relacionados con el largo plazo (germinar una pequeña empresa a media jornada por ejemplo).

Elimina esos michelines de más.

Igual que cuando te luces en la playa, piscina o terraza deseas tener un cuerpo de escándalo lo menos que podemos empezar a hacer es eliminar los dichosos "michelines" de gasto que tan mal dejan a nuestras cuentas mensuales. Deja sólo lo esencial, aunque de algún capricho tampoco te vas a privar que estamos en verano, sé moderado.

Prepara a tus cuentas para el entrenamiento.

Para comenzar a adquirir músculo es importante que redirijas de los ingresos que no se "coman" tus gastos en un pequeño capital disponible tanto para una pequeña emergencia como para comenzar a utilizarlo como energía para el siguiente paso: fitness financiero.

Haz "fitness financiero".


Entrena tus cuentas con compras de activos. Recuerda que se considera activo a aquellos bienes que tienen una alta probabilidad de generar un beneficio económico a futuro y se pueda gozar de los beneficios económicos que el bien otorgue.

Dependiendo de tus conocimientos y/o capital disponible podrás emplearlo en tres campos: activos de papel (renta fija y variable), inmuebles (pisos, oficinas, bajos o garajes) y negocios (franquiciado o freelance).

Aquí también hay que tener cuidado con el "entrenamiento" porque una selección de empresas o inversiones, digamos, "poco saludables" puede llevar al traste toda la planificación anterior y el esfuerzo que conlleva. Aunque tampoco te preocupes así también se aprende a cómo no hay que hacerlo.

Con estos sencillos consejos lucirás unas cuentas personales de escándalo que seguro que serán la comidilla de familiares y amigos y, por qué no, puede que te eche el ojo algún director/a de banco o caja. Quién sabe, igual te conceden algún préstamo o hipoteca.

Saludos y feliz verano a todos.


1 comentario:

  1. http://www.eleconomista.es/blogs/vineta-del-dia/?p=1246

    Viñeta del economista muy interesante y con mucho humor jejeje.

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